Madrid en julio: Cómo disfrutar la ciudad si odias el calor
Seamos sinceros: Madrid en julio no es para cualquiera.

Seamos sinceros: Madrid en julio no es para cualquiera. El sol no perdona, el asfalto chisporrotea y los termómetros parecen bromear con temperaturas de ciencia ficción. Pero si eres de los que suspiran por la ciudad, incluso cuando el calor aprieta, este artículo es para ti. Porque sí, hay una forma de disfrutar Madrid en verano sin derretirse en el intento.

Madrid, versión “modo fresquito”

Lo primero es lo primero: el plan maestro para sobrevivir al calor madrileño se basa en dos pilares fundamentales. Uno, la climatización. Dos, el ingenio. Con eso en mente, aquí tienes una selección de ideas que combinan cultura, placer y aire acondicionado.

Museos con aire y arte

Refrescarse mientras alimentas el alma: eso solo pasa en lugares como el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Thyssen-Bornemisza. No solo están climatizados, sino que en julio suelen tener exposiciones especiales y menos aglomeraciones. Si buscas algo más alternativo, prueba con el Museo Sorolla o el Espacio Fundación Telefónica.

Y si lo tuyo es lo underground (literalmente), no te pierdas Andén 0, la antigua estación de Chamberí, un viaje al pasado bajo tierra que se agradece especialmente cuando fuera hace 38 grados.

Madrid bajo tierra: templado y fascinante

En verano, el subsuelo es tu mejor aliado. Además de Andén 0, puedes visitar la cripta de la Catedral de la Almudena, una joya neorrománica poco conocida donde el fresco te abraza al entrar. También puedes apuntarte a visitas guiadas por los búnkeres de la Guerra Civil o por el Madrid oculto. Spoiler: además de interesantes, son fresquitos.

Parques que dan sombra y vida

Aunque el Retiro siempre es una buena opción, en julio recomendamos parques más frondosos y menos expuestos. El Jardín del Capricho, en la Alameda de Osuna, es una joya que pocos turistas conocen. Su laberinto vegetal y sus caminos sombríos lo convierten en un verdadero refugio. También el Parque del Oeste o Casa de Campo, al atardecer, ofrecen paseos agradables sin riesgo de evaporarse.

Terrazas con nebulizadores (y encanto)

Sí, las hay. Y muchas. Desde las más cool de Azotea del Círculo de Bellas Artes o Picalagartos, hasta otras más castizas como Casa de Granada o El Viajero, lo importante es que tengan sombra, bruma y buena bebida. Pide un tinto de verano, relájate y deja que el aire nebulizado te devuelva la fe en el mes de julio.

Cafeterías con aire y buen café

Para quienes viajan con portátil o libro bajo el brazo, hay pequeños oasis repartidos por toda la ciudad: HanSo Cafés que, La Bicicleta, Federal Café son ideales para pasar un par de horas al resguardo del bochorno.

Y para dormir: confort (y aire) asegurado

Después de un día entre cultura, parques y terrazas, lo que necesitas es descansar de verdad. Y ahí es donde entra el Hotel Gran Versalles. A un paso de todo pero en un entorno tranquilo, ofrece habitaciones climatizadas, camas cómodas y el silencio necesario para reponer fuerzas. Aquí, el calor se queda en la puerta y tú solo te preocupas de disfrutar Madrid a tu ritmo.

Verano sí, calor no: esa es la actitud

Julio en Madrid puede ser una experiencia increíble si sabes cómo vivirla. Con el plan adecuado, cada día se convierte en una oportunidad de conocer otra cara de la ciudad: más pausada, más sensorial, más tuya. Así que no lo dudes: reserva en el Hotel Gran Versalles, prepara tu ruta de planes fresquitos y dale la vuelta al verano.

Porque Madrid, incluso con 35 grados, sigue siendo irresistible.

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