Madrid con mucha vida: ruta de tapeo para quienes ya conocen la ciudad
Madrid no duerme, vive.

Madrid no duerme, vive. Cada barra guarda historias, risas y sabores que te cuentan más de la ciudad que cualquier guía turística. Si lo que deseas es disfrutar como un verdadero local, chuleta en mano, aquí va una ruta de tapeo de verdad, sin postureo y con el sello del madrileño de verdad.

Bocadillo de calamares en La Campana (Plaza Mayor)

¿Quién no ha visto colas alrededor de la Plaza Mayor? Ese bocata clásico de calamares fritos es más que una tapa, es un ritual. En La Campana (calle de Botoneras 6) sirven estos bocadillos crujientes y calientes que te ponen en modo local al primer bocado. 

Croquetas de bacalao en Casa Labra

Pasea desde Sol y detente en una de las barras más castizas del centro. Casa Labra (calle de Tetuán 12) lleva sirviendo desde 1860 sus famosos “soldaditos de Pavía” y croquetas de bacalao de escándalo. Perfectas para acompañar con una caña o un vino de Valdepeñas. 

Gambas al ajillo en La Casa del Abuelo

Si lo tuyo es el ajo y el aceite de oliva caliente, este es tu templo. Las gambas al ajillo, siempre servidas en cazuela de barro humeante, son una de las tapas más reconocidas de Madrid. Pide pan y moja bien. Hay varios locales, pero el original es un clásico imprescindible. 

Patatas bravas en Los Chicos (Argüelles)

Bar emblemático desde 1945, Los Chicos se ha hecho famoso por sus patatas bravas con salsa secreta. Caña en mano y una tapa de bravas... el plan castizo por excelencia. De paso, prueba también sus huevos rotos ¡un homenaje al sabor local! 

Mejillones en escabeche en Hermanos Vinagre (Chueca)

Lleno de carácter y calidad. Hermanos Vinagre (Gravina 17, Chueca) ofrece tapas como mejillones en escabeche ahumado que combinan a la perfección con una caña bien tirada. Ambiente moderno pero con alma auténtica de Madrid. 

6. Mollejas y Torreznos en Casa Toni o Revuelta

Si te atreves con sabores del Madrid más castizo, prueba las gallinejas y entresijos fritos en aceite. Casa Toni o Casa Revuelta en La Latina son paradas obligadas para quienes buscan tapas intensas y llenas de tradición.

¿Por qué estos lugares?

Estas cinco recomendaciones combinan lo mejor de la oferta de tapas en Madrid: bocadillos icónicos como el de calamares, tapas clásicas de siempre como las croquetas o las bravas, y sabores intensos como los mariscos al ajillo o las vísceras castizas.

Son locales frecuentados por madrileños de toda la vida, barras con historia, sabores auténticos y precios moderados. Aquí se tapea de verdad, entre conversación, cerveza fresca y mucha tradición.

Consejos para montar tu ruta castiza

Empieza el tapeo cerca del centro, haz paradas inteligentes, comparte tapas, pide cañas y conversa. Nada de prisa.

Madrid vive por tapas, y cada una de estas direcciones es una forma auténtica de disfrutar la ciudad con sabor local.

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